Nuevos propósitos,
nuevas ideas, nuevos proyectos...Nos
proponemos alimentarnos bien, hacer deporte, aprender inglés…
En este
post, me gustaría detenerme en eso de “alimentarse bien”, aunque más adelante
profundizaré un poco más en eso de la dieta equilibrada, esta vez me gustaría hablar
de una de las ingestas más olvidadas EL DESAYUNO.
Desayunar
adecuadamente es clave para afrontar los retos del día a día en las mejores
condiciones. Sin embargo, muchas personas consideran que han desayunado tras
haber tomado únicamente café, zumo o galletas... Si no hacemos un desayuno completo,
las consecuencias son, entre otras, falta de concentración y mal humor.
Incluso aunque
el global de la alimentación del día sea bueno, no desayunar puede tener
consecuencias negativas en el estado físico,
psíquico y nutricional en personas de cualquier edad...
Un desayuno
correcto, debe suponer aproximadamente el 20% de las Kilocalorías ingeridas a
lo largo del día.
En los próximos días, os iré
proponiendo ejemplos desayunos equilibrados, pero como norma general, un
desayuno debe tener al menos:
- Un lácteo
- Una ración de cereales
- Una fruta
¿Qué conseguiremos con un buen desayuno?
Son muchos los beneficios del desayuno. A modo de resumen, podemos decir que un buen desayuno nos ayudará a rendir adecuadamente, ya que contribuye al
equilibrio hormonal y por lo tanto, ayuda a mantener el rendimiento
físico e intelectual a lo
largo del día. Además, mejora del
estado nutricional porque el hecho de repartir adecuadamente las
ingestas diarias nos permitirá consumir las cantidades necesarias de
vitaminas, minerales y fibra. Por útimo, las personas que desayunan mantienen el peso dentro de límites
saludables en mayor medida que las que no lo hacen. El hecho de
repartir las Kilocalorías durante el día en 4 ó 5 comidas, ayuda a que no haya
excesos en ninguna y evita el picoteo.
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