Si la lactosa no se rompe, llega entera al intestino y el organismo no será capaz de aprovecharla, por tanto se producen gases, hinchazón, diarreas…
Sólo existe una solución a este problema: evitar consumir alimentos que contienen lactosa. Por tanto, los intolerantes a la lactosa deben de evitar la leche y los productos lácteos.
Pero ojo, la lactosa puede estar: como ingrediente en otros alimentos, como excipiente en medicamentos…
Por ello los intolerantes a la lactosa deben mirar muy bien las etiquetas de los productos alimenticios.
La leche y los lácteos son probablemente la mayor fuente de calcio que existe en la naturaleza.Los intolerantes a la lactosa deben utilizar otras fuentes de este nutriente.
Además de la leche, hay una variedad de alimentos que contienen calcio y pueden ayudar a conseguir suficientes niveles de calcio en su dieta diaria. Algunos ejemplos incluyen:
Frutos secos: Almendras, avellanas, castañas, higos, pasas y cacahuetes.
Leches vegetales: almendras, avellanas, sésamo,chufas,soja... Las venden preparadas, pero también pueden hacerse en casa
Legumbres cocidas: Garbanzos, guisantes, judías blancas y pintas, habas, soja, lentejas.
Pescados azules: Las mejores fuentes son bacalao, caballa, salmón, sardinas, angulas, langostinos y arenques frescos (mejor si se comen con espina como los bocartes).
Semillas: Sésamo, girasol y calabaza.